martes, 25 de marzo de 2014

Uso, mal uso y abuso de la tecnología en la adolescencia

El viernes finalizamos nuestra ruta por los Centros de Educación Secundaria de la localidad en donde este curso hemos tratado el tema de la adicción a las tecnologías.

Han sido 18 cursos los que hemos visitado, informando a aproximadamente unos 360 alumnos y alumnas del uso, mal uso o abuso de las tecnologías.

El objetivo de estas charlas ha sido el de informar y dotar de habilidades para el manejo de las tecnologías a los adolescentes analizando el uso, mal uso o abuso de las mismas y considerándolas como una herramienta muy potente pero que no están exentas de riesgos que es mejor prevenir.

La participación, implicación y compromiso con esta actividad han sido bastante altos en todas y cada una de las clases que hemos visitado y nuestra interacción con el alumnado nos ha permitido poner de relieve algunas de las conductas que deberíamos evitar cuando usamos tecnología.

A continuación aparecen los días y cursos visitados por Centros Educativos:

  • 12 de febrero: 3ºC, 3ºB, 4ª y 4ºB - IES Santo Reino.
  • 14 de febrero: 3ºA, 1ºPCPI y 2ºPCPI - IES Santo Reino.
  • 17 de febrero: 1ºA, 1ºB, 2ºA y 2ºB IES - Acebuche. 
  • 24 de febrero: 3ºA - IES Acebuche. 
  • 6 de marzo: 3ºC IES - Acebuche.
  • 20 de marzo: 3ºB - IES Acebuche. 
  • 21 de marzo: 1º, 2º, 3º y 4º ESO - Colegio San José de la Montaña. 
El Colegio San José de la Montaña publicó en su web la siguiente crónica. Pincha aquí

La presentación que se ha usado para dirigir la sesión se puede ver en el enlace de más abajo:

lunes, 17 de marzo de 2014

Conectados en familia

El jueves, 13 de marzo de 2014, en el Salón de Actos del I.E.S. “Santo Reino”, se celebró la charla-coloquio bajo el título “Conectados en familia. La tecnología, mi familia y yo” a cargo de Juan Luis Hueso, psicólogo especialista en psicología clínica y coordinador del programa “Ciudades ante las Drogas" en Torredonjimeno.

Un evento organizado conjuntamente por “Torredonjimeno ante las Drogas” y las Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado de los Centros Educativos de Torredonjimeno que reunió a unas cincuenta personas que tras la charla participaron y opinaron en relación al uso de las Tecnologías en nuestras rutinas diarias y su efecto en las relaciones familiares.

El acto dio comienzo en torno a las 19:00 h. y fue presentado por Encarnación Hornos, Concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Torredonjimeno quien agradeció al I.E.S. “Acebuche” su cortesía por ser anfitrión de este evento y dio la bienvenida a los asistentes, presentando al ponente.

A lo largo de la charla se presentaron unas cuantas ideas sobre conexiones y desconexiones, sobre la familia y las máquinas, sobre la atención y la distracción, sobre el ser y el hacer.

Sin duda, la tecnología nos hace la vida más fácil, nos acerca la información, facilita como nunca antes la comunicación y nos permite jugar, distraernos y divertirnos (esa es la buena noticia), pero también es cierto, que nuestra generación es la primera en la historia de la Humanidad que está experimentando con estas nuevas herramientas y va aprendiendo a usarlas poco a poco, no siendo, en muchos casos muy hábil en la generación de adecuadas pautas de uso entre los más jóvenes que, siendo nativos digitales, no tienen un referente en los adultos acerca de qué se puede/debe hacer y qué no se puede/debe hacer en ellas y con ellas (y esa es la mala noticia).

El escenario tecnológico actual es tan variado, ofrece tanta cantidad de herramientas  y presenta una oferta tan amplia que las posibilidades de interactuar en él y sacarle el máximo provecho se convierte en un auténtico reto no exento de riesgos.

Es obvio que la tecnología está cambiando lo que hacemos, desde consultar la hora en nuestros dispositivos móviles, en lugar de como tradicionalmente se ha hecho en un reloj de pulsera, hasta ocupar los “tiempos muertos” consultando en nuestros smartphones las redes sociales, el tiempo o las últimas noticias locales, nacionales o internacionales. Esta posibilidad de echar mano a cada instante a nuestros dispositivos móviles va generando rutinas conductuales que pueden llegar a convertirse en comportamientos compulsivos que, en casos extremos, podrían derivar incluso en una adicción.

Sherry Turkle, profesora e investigadora en materia de la relación entre los humanos y las tecnologías afirma que “los dispositivos móviles tienen tanta fuerza psicológica que no sólo cambian lo que hacemos, sino que cambian lo que somos”, en la charla TED que puedes ver y escuchar (con subtítulos en castellano) en este enlace, dice que el problema está en la manera en que nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos. Aprendemos a conversar con otros para aprender a conversar con nosotros, pero el problema de una conversación es que hay que tenerla en tiempo real (no se puede editar: cortar, pegar o borrar), y al final intentamos comunicar un yo perfecto y esperamos más de la tecnología que de las personas. Dice la profesora Turkle que “es necesario aprender a estar solos (en esa soledad solemos agarrar el móvil y ver qué está pasando y eso nos resta conversar con nosotros mismos). La soledad es donde uno se encuentra a uno mismo de manera que uno puede llegar a otros y formar afectos reales. Si no podemos estar solos, estaremos más solos”.

La capacidad para desconectar de nuestras experiencias y conectar con las experiencias de los demás es un proceso que se va aprendiendo a lo largo del desarrollo evolutivo de los seres humanos y es necesario aprender a desconectar para conectar con nosotros y así, volver a conectar con los demás.

Hasta hace un tiempo, la tecnología estaba reservada para unos cuantos curiosos que entendían que era una gran herramienta de desarrollo personal y profesional y también para los jóvenes (nativos digitales) que han nacido con ellas. Sin embargo, muchas personas se han mantenido a una respetuosa distancia de la misma pensando que la tecnología no era para ellas. Hoy no tiene sentido hablar de nativos o inmigrantes digitales sino más bien de habitantes digitales y en la mayoría de los casos de visitantes digitales. Aún así, incluso para las personas más reacias a usar la tecnología, ha aparecido en nuestras vidas una aplicación que ha dado lugar a un antes y un después una vez instalada en el móvil: el Whatsapp.

La tecnología en el contexto familiar puede convertirse en un interesante punto de encuentro entre padres, madres, hijos e hijas si se encuentran usos adecuados y aplicaciones que pueden favorecer la conexión, la comunicación, el desarrollo cognitivo e incluso la diversión, pero también pueden dar lugar a lo que actualmente se denomina pubbing. El pubbing es un vocablo compuesto por las palabras phone (teléfono) y snubbing (menospreciar) y se refiere al acto de menospreciar a quien nos acompaña al prestar más atención al móvil u otros aparatos electrónicos que a su persona.

Ante este escenario real, es necesario encontrar soluciones y somos los adultos los que tenemos que aprender a estar y a vivir con la tecnología para ofrecer un buen modelo a los más jóvenes y así dar una verdadera educación tecnológica inexistente en la actualidad. Pero la mejor forma de reducir una conducta no es castigarla, sino más bien sustituirla por otra que proporcione, al menos, los mismos beneficios. La alternativa que proponemos no es prescindir de la tecnología, no sólo sería una misión imposible sino incluso una decisión temeraria e inadecuada. La alternativa es introducir más conversaciones en el contexto familiar. Conversaciones de calidad que hagan apreciar el verdadero valor de las relaciones humanas y que conviertan a la tecnología, en todo caso, en un medio y no en un fin.

Pero no vale cualquier tipo de conversación. Tal y como afirma el consultor Álvaro González-Alorda, “nos jugamos la vida en las conversaciones que tenemos, y también en las que no tenemos”. González-Alorda nos propone un modelo de conversación en el que tan importante es la argumentación intelectual de la misma como la capacidad de penetrar en el mundo emocional de la persona con la que conversamos. Animamos a escuchar en el enlace la siguiente charla para entender mejor la propuesta de Álvaro González-Alorda.

Una conversación requiere estar presente, estar presente requiere estar aquí y ahora, y estar aquí y ahora requiere encontrarnos con los demás en los diferentes espacios de interacción que pueden ser y deben ser off-line, pero también on-line.

Tres ideas poderosas que creemos pueden mejorar la calidad de las conversaciones y las relaciones familiares:
  • En el ámbito real (off-line) es necesario desconectar (de la tecnología) para estar presentes y conectar con las personas que nos rodean.
  • En el mundo virtual (on-line) es necesario estar presentes para conectar. Las familias tienen la obligación de saber por dónde andan sus hijos/as, y que estos estén encerrados en sus habitaciones no significa que no estén navegando por un mundo virtual que debemos conocer y comprender.
  • Necesitamos ejercitar la auténtica tecnología punta que a lo largo de la evolución del ser humano hemos desarrollado. Esta tecnología punta es la conversación y la conversación es posible tanto en el escenario del cara a cara como en el escenario virtual.


Éstas fueron algunas de las reflexiones que a lo largo de la charla se pusieron sobre la mesa y que generaron un interesante debate.

En el enlace de más abajo se puede ver la presentación que se usó para ilustrar cada una de estas ideas.


lunes, 10 de marzo de 2014

Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias ( ESTUDES) 2012-2013


La Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) es una encuesta periódica que cada dos años realiza la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Según nota de prensa publicada el 5 de marzo de 2014 por el Plan Nacional sobre Drogas, el consumo de alcohol aumenta entre los escolares, sobre todo entre los de 14 y 15 años. 

A continuación transcribimos la nota de prensa completa con las principales conclusiones de la encuesta:
  • Sube ligeramente la edad de inicio del consumo de alcohol, aunque crece la proporción de estudiantes que beben bebidas alcohólicas.
  • Más de la mitad de los menores de entre 14 y 18 años han hecho ‘botellón’ en el último mes. A los 14 años, 1 de cada 4 ha participado en un ‘botellón’.
  • El consumo de cannabis en este sector de la población se ha reducido en un 36% desde 2005.
  • También se confirma la tendencia descendente en el consumo de cocaína, que se ha reducido en un 60% en una década.
  • Aumenta la percepción de riesgo del tabaco: más del 90% de los escolares consideran que fumar a diario es peligroso
  • España puso en marcha en 2012 un sistema de alerta temprana para detectar el posible consumo de drogas emergentes y ha sido un país pionero en estudiar su prevalencia 

5 de marzo de 2014.-
El consumo de alcohol entre los escolares de entre 14 y 18 años ha aumentado en los últimos dos años. Pese a este aumento, sube ligeramente la edad de inicio en el consumo de bebidas alcohólicas, que se sitúa en los 13,9 años. También se confirma la tendencia descendente en el consumo de cannabis, que se ha reducido en un 36% desde 2005 entre los escolares. Los datos los recoge la Encuesta Escolar sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2012-2013, que hoy ha dado a conocer en rueda de prensa el Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas Francisco Babín.

Babín, que ha vuelto a subrayar la apuesta del Gobierno por prevenir el consumo de alcohol entre los menores, ha alertado del arraigo del fenómeno del “botellón” entre los menores y de la elevada frecuencia de las borracheras y de los atracones de bebidas alcohólicas, cuyo uso se está generalizando.

La encuesta incluye una muestra de 27.500 estudiantes de entre 14 a 18 años, de 750 institutos o centros de formación profesional públicos y privados de toda España.

La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas realiza cada dos años este estudio desde 1994, que revela las tendencias del consumo de drogas entre los escolares españoles.

PRINCIPALES RESULTADOS
Algunos de los principales resultados de este estudio son los siguientes:

  • El alcohol y el tabaco, seguidos del cannabis siguen siendo las drogas más consumidas por los estudiantes españoles. Le siguen, por este orden, hipnosedantes (con y sin receta), cocaína, éxtasis, alucinógenos, anfetaminas, inhalables volátiles y heroína, que se sitúa en último lugar.
  • El 81,9% de los estudiantes dice haber consumido alcohol en el último año, “una cifra muy alta que refleja la magnitud del problema al que nos enfrentamos”, en opinión del delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas; asimismo, el 35,3% ha consumido tabaco en el último año, el 26,6% cannabis, el 11,6% hipnosedantes, el 2,5% cocaína, el 2% alucinógenos, el 1,7% anfetaminas y el 0.7 % heroína. 
  • Con respecto al género, los datos de esta encuesta demuestran que el consumo de tabaco, alcohol e hipnosedantes está más extendido entre las mujeres. Pese a ello, los hombres que consumen alcohol o tabaco lo hacen con mayor intensidad que las mujeres. En cambio, el consumo del resto de sustancias (cannabis, cocaína, alucinógenos, anfetaminas o heroína) está más extendido entre los varones.
  • Por tramos de edad, se observa un salto considerable entre los 14 y 16 años en el consumo de las tres drogas de mayor prevalencia (alcohol, tabaco y cannabis). En el caso del alcohol, a los 14 años el 63% de los estudiantes lo ha consumido alguna vez en el último año. A los 16 años, el 84% ya lo ha consumido, lo que supone un aumento de 21 puntos porcentuales. Lo mismo sucede con los psicoestimulantes como cocaína, éxtasis o anfetaminas: la mayor extensión del consumo se produce entre los 16 y los 18 años.
  • La edad media de inicio permanece estable en todas las drogas y oscila entre los 13 y los 16 años, según las sustancias. Sube ligeramente la edad de inicio del alcohol, que se sitúa en los 13,9 años de media (frente a los 13,7 de la anterior encuesta). Pese a ello, continúa siendo una edad de inicio muy temprana. 
  • El policonsumo es cada vez más frecuente entre los jóvenes, tanto en España como en Europa. En nuestro país, de cada 10 estudiantes, 4 son policonsumidores (consumen dos o más sustancias).
  • El papel de los amigos es otro de los aspectos que pone de manifiesto esta encuesta. Las prevalencias de consumo de cualquier droga son mayores entre los escolares que perciben un mayor número de amigos consumidores de esta misma sustancia. Por ejemplo, de los encuestados que dicen que todos o la mayoría de sus amigos consume alcohol, el 89% también lo consume. Sin embargo, de los que dicen que pocos o ninguno de sus amigos bebe alcohol, sólo lo consume el 46%. · Los estudiantes de entre 14 y 18 años perciben el alcohol como la sustancia menos peligrosa y consideran que el tabaco es más peligroso que el cannabis. 

DATOS MÁS SIGNIFICATIVOS POR SUSTANCIAS
Por sustancias, los datos más significativos son los siguientes:

Alcohol:
Los datos de esta encuesta revelan un importante aumento del consumo de alcohol. Así el 83,9 por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años ha probado alguna vez en la vida el alcohol. El 81,9% han consumido en el último año y el 74% ha consumido alcohol en el último mes.

Además, 6 de cada 10 estudiantes se ha emborrachado alguna vez, 5 de cada 10 lo hizo en el último año y 3 de cada 10 en el último mes. Desde 1994 se observa una tendencia global ascendente en la proporción de estudiantes que se han emborrachado en los últimos 30 días.

La frecuencia y la intensidad del consumo de alcohol aumentan con la edad. Con 17 años, el 63%, casi dos tercios de los estudiantes, se han emborrachado en el último año.

Las mujeres consumen alcohol en mayor proporción que los hombres, e incluso el porcentaje de chicas que se emborrachan es mayor que el de los chicos. Así, el 29,2% de las escolares de 14 años se han emborrachado alguna vez en el último año.

El patrón del consumo de bebidas alcohólicas en forma de “atracón” (5 o más copas en un corto espacio de tiempo) es similar al de las borracheras. El 43% de los estudiantes de 16 años y la mitad de los de 17 se han atracado de alcohol alguna vez en el último mes.

La encuesta incluye por primera vez una pregunta específica sobre el “botellón”. El 62% de los encuestados ha participado en uno al menos una vez en el último año y el 53,3% en el último mes. La encuesta también revela una relación directa entre el “botellón” y los atracones de alcohol. Los consumos intensivos (borracheras y atracón de alcohol) son más habituales entre los que “hacen botellón”. Lo mismo sucede con la relación entre el “botellón” y el consumo de otras drogas: los escolares que realizan “botellón” presentan una mayor prevalencia de consumo de cannabis y cocaína.

El supermercado (61,8%), seguido de bares o pubs (57,7%) son los lugares donde con más frecuencia los escolares consiguen el alcohol, pese a que la venta a menores está prohibida. En cuanto al lugar donde lo consumen, 6 de cada 10 menores lo hacen en bares y pubs y 5 de cada 10, en discotecas, y el 57%, en espacios abiertos. Durante el fin de semana las bebidas que más se consumen son los combinados, la cerveza y el vino y, entre semana, la cerveza.

Tabaco:
El descenso en el consumo de tabaco que se inició en 2004 parece estabilizarse. En 2013, el 43,8% de los escolares ha fumado tabaco alguna vez en la vida, el 35,3% en el último año y el 12,5% lo fuma a diario.

Pese a ello, en los últimos ocho años el consumo de tabaco por parte de los estudiantes de entre 14 y 18 años se ha reducido en un 50%. En 2004, el 21,5% de este sector de la población fumaba a diario, frente a un 12,3% en 2010 y un 12,5% en 2013.

Sigue aumentando la percepción del riesgo del consumo de tabaco. Más del 90% de los escolares consideran que fumar a diario es peligroso para la salud.

En cambio, se observa un ligero repunte en el consumo medio de cigarrillos, aunque las cifras siguen siendo claramente inferiores a las de 2004. Entre los fumadores diarios, las mujeres fuman menor número de cigarrillos que los hombres.

Hipnosedantes:
Son las drogas que mayor proporción de estudiantes consumen (con y sin receta) tras el alcohol, el tabaco y el cannabis. El 18,5% ha consumido estas sustancias alguna vez en la vida y el 11,6% en el último año.

Al igual que ha sucedido entre la población general, esta encuesta revela un aumento de su consumo por parte de los menores tanto en el último año como en el último mes. En el caso de los hipnosedantes sin receta, en esta encuesta el 5,8% de los menores ha consumido estas sustancias en el último año y el 3,4% en el último mes (frente al 5,6% y 3% respectivamente en 2010)

Cannabis:
El cannabis es la droga ilegal consumida por un mayor porcentaje de jóvenes. Sin embargo, su consumo ha disminuido un 36% en la última década. 3 de cada 10 estudiantes ha probado cannabis alguna vez en su vida y 1 de cada 4 lo ha consumido en el último año. El 2,7% lo consume a diario (3,8% chicos y 1,5% chicas).

Aunque el consumo global de cannabis en este sector de la población se ha reducido, la encuesta muestra un repunte en el consumo de riesgo. Según la escala CAST, utilizada internacionalmente, el 16% de los menores que ha consumido cannabis en el último año corre el riesgo de padecer los problemas físicos y psicológicos que se derivan del uso de esta droga. De hecho, el consumo de cannabis origina el 94,9% de las demandas de tratamiento entre los menores, mientras que en 2005 esta proporción era del 70%.

Además, entre los consumidores de cannabis, un 44% ha repetido curso, frente a un 28% de repetidores entre los que no consumen.

Cocaína:
En el caso de esta droga, también se confirma la tendencia descendente. En los últimos diez años, la prevalencia de consumo se ha reducido en un 60% tanto entre los que han consumido cocaína alguna vez en la vida, como entre los que la han consumido en el último mes.

Esta tendencia descendente también coincide con la reducción que se ha observado entre la población general. Asimismo, la cocaína ha perdido protagonismo en los servicios de urgencia o en los centros de tratamiento por drogas.

Anfetaminas, alucinógenos y éxtasis
El consumo de este tipo de sustancias se mantiene en niveles muy bajos y su prevalencia prácticamente no ha variado respecto a la encuesta anterior. Desde el 2004 el consumo de estas drogas se ha reducido de forma importante, hasta en un 50% en algunos casos. No obstante, se aprecia un ligero repunte en el consumo de éxtasis.

Heroína:
La heroína es la droga menos consumida por los estudiantes de 14 a 18 años. En el 2013, un 1% la había probado alguna vez, un 0,7 % en el último año y un 0,6 % en el último mes.

Drogas Emergentes:
En 2013, se ha introducido por segunda vez en esta encuesta un módulo específico sobre el consumo de las llamadas sustancias emergentes. Son drogas que se venden por internet y por tanto de gran accesibilidad. España ha sido un país pionero en la realización de este estudio y en 2012 puso en marcha un sistema de alerta temprana para detectar su posible consumo. En España, las sustancias de este tipo más consumidas son las setas mágicas (2,2%) el “spice” (1,4%) y la ketamina (1,1%)

Todos los datos de la encuesta en pinchando aquí