lunes, 13 de enero de 2014

¿Barra libre para el cannabis?

Existe un debate público acerca de la legalización del cannabis (marihuana, hachís, porros) debido a las evidencias científicas que últimamente muestran los beneficios del principio activo de esta planta (THC) sobre algunas enfermedades o síndromes.
A nadie se le escapa que el cannabis es una droga, y lo es porque altera el comportamiento, su consumo continuado desencadena tolerancia, puede llegar a producir dependencia y finalmente, si el consumo es prolongado y  la persona dependiente, su retirada puede originar un síndrome de abstinencia.
Eso no quiere decir que todas aquellas personas que consuman marihuana o hachís se conviertan en dependientes de esta sustancia, aunque sí que, en función de su patrón de consumo, su comportamiento se verá alterado en mayor o menor medida tras fumarse un porro.
Los beneficios terapéuticos de una droga o del principio activo de un sustancia determinada no justifican, per se, su consumo continuado. Y este es un argumento que muchos jóvenes (y no tan jóvenes) usan para defender no sólo su consumo, sino además su legalización. Es evidente que el ácido acetilsalicílico (la aspirina de toda la vida) tiene beneficios sobre la salud gracias a sus propiedades analgésicas, antipiréticas o antiagregantes plaquetarias, sin embargo, a nadie se le ocurre tomarse cada día unas cuantas aspirinas porque tenga esas propiedades.
Recientemente (10 de diciembre de 2013) se ha legalizado elcannabis a nivel estatal en Uruguay y este hecho ha dado lugar a que todos los países hayan puesto su mirada en la nueva forma en que este país sudamericano afronta la problemática del tráfico de drogas y  el consumo de estupefacientes. Legalizar no significa ofrecer “barra libre” de hachís a todo el mundo y de cualquier manera. Legalizar, significa controlar, regular y vigilar la forma en que se produce, vende y distribuye esta sustancia.
La legalización es una alternativa para afrontar el consumo abusivo de esta sustancia en aquellas personas que hacen un mal uso de la droga y seguramente también permita incrementar los estudios médicos en relación a los beneficios para la salud o la alternativa como medicamento para cierto tipo de patologías, pero tiene una lectura peligrosa que puede llevar a promocionar la creencia de que si es legal es buena, y si es buena, no hay problema en consumirla.
El alcohol o el tabaco son drogas legales y nadie duda de sus efectos negativos sobre la salud cuando se abusa de ellas. El cannabis no es diferente.
Como promotores de la salud, preocupados por el bienestar de nuestros jóvenes, hemos de tener argumentos suficientes y basados en la evidencia científica para poder contrarrestar esa creencia instalada en las mentes de muchas personas de que el cannabis, por ser una droga con beneficios terapéuticos, se puede consumir sin ningún tipo de riesgo, y eso, en absoluto es cierto.

Desde Torredonjimeno ante las drogas no entramos en el debate acerca de la legalización o no de esta sustancia, no es nuestra misión, pero sí queremos ofrecer argumentos necesarios y suficientes para combatir el consumo desproporcionado y con efectos adversos sobre la salud física y mental de aquellas personas que no ven riesgos en tomarla.

Por Juan Luis Hueso (@jlhueso)

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