viernes, 17 de enero de 2014

Sobre el alcohol y el botellón

El consumo de alcohol ha variado de forma muy importante en España en los últimos años. Se ha pasado de un consumo de alcohol en pequeñas cantidades (generalmente vino o cerveza), en casa y en las comidas y reservado sólo a adultos a un consumo generalizado a todas las edades, con una gran aceptación, o por lo menos tolerancia social, un incremento en la graduación de las bebidas consumidas y un aumento de fenómenos como el botellón y los atracones de alcohol.

Dentro de la Semana de la Salud organizada por el I.E.S Acebuche y el Centro de Salud de Torredonjimeno durante los días 13 al 17 de enero de 2014, Torredonjimeno ante las Drogas ha estado presente para hablar con el alumnado de 4º de la ESO, 1º de Bachillerato y PCPI sobre el alcohol.

El alcohol puede considerarse una droga dura (no sólo por los efectos que ocasiona a la persona, sino también por los que ocasiona a la sociedad y al entorno), legal y económica.
Por si alguien todavía duda de que el alcohol es una droga, explicaremos brevemente por qué es así:
  • En primer lugar el alcohol es una sustancia neurotóxica depresora del Sistema Nervioso Central que actúa rápidamente tras su ingesta y que también se elimina con relativa rapidez. Su capacidad para actuar sobre el Sistema Nervioso Central provoca alteraciones del comportamiento en el individuo.
  • En segundo lugar, afirmamos que el alcohol es una droga porque su uso continuado produce tolerancia (es decir, se necesitan cada vez más dosis de la sustancia para provocar los mismos efectos), su uso continuado puede provocar dependencia (es decir, la necesidad imperiosa de consumir) y tras la instauración de este proceso adictivo, su retirada ocasiona síndrome de abstinencia (o “mono”).

Cualquier sustancia que cumpla los dos requisitos anteriores puede considerarse una droga.

Pero la mayor parte de la juventud afirma que ellos no hacen un uso continuado del alcohol, es más, lo normal es que sólo beban de vez en cuando. Ciertamente, el consumo continuado del alcohol es el responsable de los procesos de tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia, pero el consumo de alcohol de manera abusiva puede ocasionar también problemas de salud, más allá de la adicción a la misma. Básicamente podríamos hablar de dos grandes grupos de problemas:
  • El abuso de alcohol incrementa las posibilidades de implicarse en actividades de riesgo para las que el sujeto, bajo sus efectos, no tiene toda la capacidad de respuesta necesaria que le permita hacerles frente. La conducción bajo los efectos del alcohol y los accidentes de tráfico relacionados con su consumo son un claro ejemplo. No es necesario ser dependiente del alcohol para que en una única exposición abusiva al mismo podamos ocasionarnos un accidente. Para alguien que haya bebido suficiente alcohol, subir o bajar una escalera puede convertirse en una actividad de riesgo.
  • El patrón de consumo abusivo denominado “binge drinking” o atracones de alcohol, no sólo alteran el comportamiento incrementando la implicación en actividades de riesgo sino que son una auténtica bomba para el organismo (especialmente para el cerebro).

Pero, ¿qué es el “binge drinking”? El binge drinking es un patrón de consumo de alcohol en forma de atracón, es decir una gran cantidad de alcohol en muy poco tiempo. Se considera consumo abusivo de alcohol tomar 5 consumiciones (para las hombres) o 4 consumiciones (para las mujeres) en menos de dos horas. Las diferencias de género se deben fundamentalmente a dos factores: el peso corporal (muy relacionado con los efectos del alcohol sobre el organismo) suele ser inferior en mujeres que en hombres y el metabolismo del alcohol que también es diferente entre mujeres y hombres.

Para calcular aproximadamente a cuánto alcohol nos referimos cuando hablamos de una consumición se utilizan las Unidades de Bebida Estándar (U.B.E.´s). Una Unidad de Bebida Estándar se corresponde aproximadamente con unos 10 gramos de alcohol puro independientemente de la cantidad de líquido en el que esté diluido. Para hacernos una idea de a cuanto se corresponde una UBE en función del tipo de bebida aquí te ponemos las equivalencias:
  • Una caña de cerveza (200 cc)
  • Una copa de vino (100 cc)
  • Un combinado o chupito (50 cc)

Es importante no perder de vista cómo ha variado el patrón de consumo del alcohol: si bien hubo una generación que usaba sobre todo el vino, en un contexto del hogar y normalmente acompañando a la comida, el patrón fue variando a un consumo mayor de cerveza, combinando su consumo tanto en casa como fuera de ella, para pasar, en la actualidad a un consumo de bebidas destiladas de alta graduación (generalmente combinadas con refrescos o bebidas carbónicas) en un contexto externo al hogar y no asociado a la comida. El patrón de consumo de alcohol actual entre jóvenes se caracteriza por:
  • Ser exclusivo de fin de semana.
  • Estar localizado en bares/pubs, espacios abiertos (botellón) o discotecas.
  • Tomar fundamentalmente bebidas destiladas de alta graduación.

Que el consumo de alcohol esté completamente aceptado en nuestra sociedad y que nuestro entorno sea excesivamente tolerante con el consumo de alcohol entre los jóvenes no nos puede hacer bajar la guardia pensando que el alcohol afecta de igual manera a jóvenes que a adultos. Se sabe, que el proceso de maduración cerebral tiene una especial intensidad en la etapa adolescente, estimándose que es hasta los 22 años aproximadamente cuando finaliza la parte más importante y crítica de ese proceso. Ese proceso de maduración se caracteriza fundamentalmente por dos mecanismos: 

También se sabe que el alcohol, cuando llega al cerebro tiene una especial predilección por dos zonas concretas del mismo:
·         El hipocampo: implicado en los procesos de memoria.
·         La corteza prefrontal: responsable de las funciones ejecutivas.

El consumo de alcohol, por tanto, tiene un impacto sobre la salud mucho mayor entre menores de 22 años que en personas adultas porque afecta de manera mucho más incisiva sobre sus cerebros perjudicando los procesos normales y naturales de maduración.

Si bien es verdad que el consumo continuado de alcohol además de la adicción al mismo está relacionado con otras enfermedades tales como la cirrosis hepática, la gastritis o el cáncer; el consumo abusivo (aunque no necesariamente continuado) tiene un efecto sobre el individuo que además de los problemas de salud derivados se relacionan con:
  • Una alteración de comportamiento, no siempre adecuada o socialmente adaptada.
  • El incremento de la probabilidad de implicarse en actividades de riesgo y las consecuencias derivadas de las mismas.
  • El incremento de la agresividad, dado que el alcohol no sólo desinhibe el carácter de la persona sino que además potencia su agresividad.
  • Una mayor desinhibición de la conducta sexual relacionada con conductas sexuales no deseadas. Se está observando un incremento de chicas que bajo los efectos del alcohol no son capaces de poner límite a las exigencias sexuales de sus compañeros varones que, también bajo los efectos del alcohol, pueden incluso ejercer la violencia sobre ellas.

Llegados a este punto, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Es el botellón una alternativa de ocio o es la única alternativa de ocio? Sin duda, la práctica del botellón lleva asociada algunas ventajas que consisten en ampliar el círculo de amistades, divertirse, encontrar un espacio de reunión, etc. (es importante destacar que no todas las personas que van al botellón consumen alcohol), aunque también tiene algunos inconvenientes, sobre todo los relacionados con la exposición de jóvenes, muy jóvenes (12 ó 13 años) a el modelo de jóvenes, no tan jóvenes (29 ó 30 años) que comparten ocio, formas de diversión y espacio. Otra pregunta, ¿será que los no tan jóvenes no quieren crecer y que los demasiado jóvenes quieren crecer demasiado rápido?

En fin, y parafraseando a Ignacio Calderón, Director de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD): A ciertas edades, los jóvenes tienen por delante todo un cúmulo de oportunidades y deberían estar preparados para salir a comerse el mundo, no a bebérselo.

A continuación os dejo la presentación que usé para hablar de estas cosas. Espero que os guste:

Alcohol y botellón from Juan Luis Hueso López

Por Juan Luis Hueso (@jlhueso)

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